La grasa abdominal generalmente se acumula por un consumo excesivo de hidratos de carbono, esto es, azucares simples, cereales y harinas refinadas, pan blanco, galletas, pasta y arroces blancos, etc. Cuando el organismo consume glucosa, se secreta la hormona insulina y esta tiene muchos receptores en los adipocitos (células grasas) en la zona central del abdomen. Esta acumulación de grasa es muy peligrosa, porque se almacena en órganos internos (riñones, hígado, arterias, intestino…) y aumentan las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas como las cardiacas, niveles de colesterol y triglicéridos elevados, hipertensión, diabetes mellitus, síndrome metabólico…
Debes PREVENIR todas estas patologías con una buena alimentación y ejercicio físico, es ESENCIAL.
Para bajar o quitar esa “barriga” tienes que hacer unos sacrificios y ser CONSTANTE con ellos. El que algo quiere, algo le cuesta. Tienes que cambiar los hábitos de comida, realizar ejercicio físico y decir “NO” a la cervecita, al alcohol, al picoteo de los fines de semana, al tabaco, etc.
Por otra parte, en cuanto a la dieta, hasta ahora se decía que los hidratos de carbono son los macronutrientes esenciales para obtener energía. Pero las cosas van cambiando y se ha visto que la grasa es una buenísima fuente de energía. Una persona normal, cuenta con 2500 kcal de glucógeno para mantener el ritmo, pero ¡ojo! cuenta con más de 50000 kcal de grasa para mantener el ritmo. El problema viene a la hora de quemar estas calorías que provienen de la grasa. Es mucho más fácil quemar glucógeno. Por eso tienes que enseñar a tu organismo a quemar grasa y tenerlas siempre a mano para tener energía (relacionado con el artículo de la flexibilidad metabólica). Pero mucho cuidado con las grasas que se toman, tiene que ser de las saludables: aceite de oliva virgen extra, frutos secos, huevo, aguacate, pescados azules… Te animo a que empieces a tomar más grasas saludables y disminuir el consumo excesivo de los hidratos de carbono.
La alimentación diaria debe incluir estos alimentos:
- Frutas.
- Verduras y hortalizas.
- Legumbres.
- Pescado azul y blanco.
- Carnes blancas (pollo, pavo, conejo).
- Huevos.
- Frutos secos.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Lácteos desnatados.
- Cereales integrales (mejor arroz integral, quinoa, mijo, cuscús…).
- Semillas de lino, sésamo…
- Cuida tu flora intestinal. Los problemas gastrointestinales aumentan la circunferencia abdominal. Cuidar nuestra microbiota es muy importante, ya que se encarga de absorber y digerir los alimentos y de eliminar todos los desechos. Si llevas una mala dieta y no cuidas estos aspectos, la barriga se hincha y aparecen los gases, grasa extra, dolores abdominales…
- Evita el estreñimiento. Tiene mucha relación con lo anterior. Llevar una dieta rica en fibra y hacer ejercicio físico es muy importante.
- Toma yogures, kéfir, leches fermentadas, soja fermentada y otros alimentos pre y probioticos. Todos estos mantienen las bacterias de la flora intestinal vivas.
- Toma agua, te e infusiones.
- Corrige tu postura al hacer ejercicio o cualquier actividad en tu vida cotidiana y aprende a respirar.
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