martes, 31 de marzo de 2015

Los edulcorantes

Un edulcorante es una sustancia capaz de dar sabor dulce a los alimentos y a las comidas, sustituye al azúcar. Incluir edulcorantes en la dieta diaria, evitando el azúcar, es una manera de frenar la obesidad, la diabetes mellitus tipo II… Pero hay que saber bien qué edulcorantes elegir, ya que todos no son beneficiosos para el organismo, ni para la salud en general.
Los edulcorantes se clasifican de la siguiente manera:
-  Edulcorantes naturales: glucosa, fructosa, lactosa, galactosa…. aquellas que encontramos en las frutas, lácteos…
-  Edulcorantes nutritivos: se derivan de productos naturales, como el jarabe de glucosa que deriva del almidón o el azúcar invertido que deriva de la sacarosa.
Azucares alcoholes o polioles, como el sorbitol, manitol, xilitol…
-  Edulcorantes intensos que derivan en dos grupos; edulcorantes químicos o artificiales, como el aspartamo, sacarina (muy conocida), acesulfamo, ciclamato…y edulcorantes naturales de origen vegetal, como la estevia, glicirrina.

Los mejores sustituyentes al azúcar blanco:

El azúcar integral de caña: presenta la sacarosa con más ventajas. Esta no se separa de la melaza del azúcar y no ha sufrido ningún proceso de refinación. Este azúcar integral, mantiene una humedad porque está rodeada de la película de la melaza. Contiene pocas vitaminas y minerales.
Frutas desecadas: presentan un dulzor concentrado y sano. El contenido de agua se reduce hasta un 85% y aumentan los niveles de vitaminas y minerales. Hay muchos tipos de frutas desecadas hoy en día, como por ejemplo: pasas, orejones, plátano, piña, arándanos, mango...
-  Miel: es la mezcla de secreciones de las glándulas de las abejas y el néctar de distintas plantas. Hay que saber qué miel vas a tomar. Tiene que estar recogida madura y se elabora con sustancias beneficiosas como aminoácidos, minerales, vitaminas, enzimas, sustancias aromáticas… Pero la miel combina con un 85% la fructosa y la glucosa. No hay que calentar la miel, tómala en frío, de esta manera no perderá sus beneficios.
-  Jarabe de arce: es uno de los endulzantes más conocido junto con la miel, y es uno de los más recomendables. Se obtiene de la corteza del arce. La capacidad endulzante es claramente mayor que la del azúcar.
-  Miel de agave: es un líquido menos viscoso que la miel. Contiene algo de hierro, calcio, potasio y magnesio. Se recomienda que se utilice en muy pequeñas cantidades. En el caso de los diabéticos se aconseja utilizar otro tipo de edulcorante, ya que éste aporta un 92% de fructosa, el cual, puede sobrecargar el hígado.
-  Las maltas: hay diferentes tipos de maltas, maltas de trigo, arroz, maíz, cebada… pueden ser alternativas bastante sanas para endulzar tus platos. Tras una transformación de remojo, triturado y fermentado, los hidratos de carbono se transforman en maltosa, que contiene glucosa. Tienen una menor capacidad de endulzar. Pero aportan diferentes nutrientes, proteínas y minerales.
Algarroba: se obtiene de los frutos del algarrobo. En su interior hay semillas rodeadas de pulpa dulce que se secan y se muelen. Contienen abundantes vitaminas y minerales (fósforo, calcio, hierro).
-  Estevia: es la solución natural y sin calorías. Es 80 veces más dulce que el azúcar. Además parece tener propiedades medicinales. Regula la diabetes, controla la presión arterial y mejora la circulación. Se puede tomar como edulcorante y también en infusión (hojas secas de estevia).

OPTA por uno de estos edulcorantes o varía entre estas opciones, pero evita tomar azúcar.

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